Vaporad

Paneles térmicos radiantes por vapor

EL ÚNICO CON LA CONDENSACIÓN DE FRACCARO PATENTADA OPCIONAL

Paneles térmicos radiantes por vapor

SEGURIDAD EN EL FUNCIONAMIENTO 
Los paneles térmicos radiantes VAPORAD son empleados para calentar naves industriales o pabellones civiles con grandes riesgos de incendios.
Están capacitados para satisfacer de un modo optimo las exigencias de silencio de funcionamiento y ausencia de movimientos de aire calentando sin problemas ambientes pequeños y grandes. La ausencia de movimientos de aire y la reducida estratificación del calor permiten poder contar sobre un máximo confort, con un coste de gestión particularmente ventajoso.
Los paneles térmicos radiantes por vapor tienen una emisión térmica mayor con respecto a los de agua caliente y garantizan así una mayor cantidad de calor difuso por unidad de superficie radiante.

Ventajas

  • Notable Ahorro Energético
  • -40% con respecto de una instalación a aire 
  • -95% consumo energía eléctrico 
  • Ningún movimiento de aire (-100%)
  • Ausencia de ruido (-100%)
  • Ideal para ambientes con problemáticas de riesgo de incendios

Esquema

Las instalaciones de paneles térmicos radiantes VAPORAD presentan unos componentes simples y esenciales.
Los paneles térmicos, utilizando vapor a 110°C como fluido termico, permiten un ahorro del 30% de superficie radiante instalada con respecto de los paneles térmicos alimentados por agua caliente en igualdad de confort ambiental.

vaporad schema

Para saber más

Los paneles térmicos por vapor tienen una emisión térmica mayor con respecto de los de agua caliente y garantizan así una mayor cantidad de calor difuso por unidad de superficie irradiada.
La instalación está compuesta por una caldera productora de vapor, de las cañerías de ida del vapor y vuelta del agua de condensación, de los paneles radiantes y de un aparato de control del vacío que efectúa la monitorización de las condiciones de presión y temperatura del sistema y expulsa del circuito el eventual exceso de aire.
El circuito del fluido termico está cerrado y con ausencia de aire; esta condición permite la circulación natural del vapor sin el empleo de bombas como en las instalaciones por agua.
El vapor, a una presión de 0,5 bar, traslada el calor a las láminas radiantes que alcanzan así la temperatura de 105°C. Cedida su energía térmica, el vapor se condensa y vuelve a la caldera.
El proceso completo se desarrolla a temperatura constante a lo largo de todo el panel térmico ya que es explotado el calor latente de condensación del vapor.